Si vas a regalar un animal, antes piénsalo con calma y medita tu decisión.
La persona a quien se lo vas a regalar, ¿está preparada para esa responsabilidad?
Compartir la vida con un compañero animal es algo maravilloso y tiene muchas compensaciones, pero se necesita disponer del tiempo necesario para dedicarle, dinero para cubrir sus necesidades de salud y alimentación. Y si es un cachorro hay, además, que educarlo. Romperá cosas, manchará toda la casa con sus “cacas”… hasta que aprenda, serán meses de mucha paciencia. Y cuando lleguen las vacaciones ¿qué hará con él? Tendrá que sacarlo a pasear todos los días, incluso cuando lleguen cansados y no tengan ganas.
Si ya lo tienes meditado y asumido todos los inconvenientes,
POR FAVOR NO COMPRES, ADOPTA. Hay miles de animalitos en las protectoras, esperando un hogar y mucha explotación y sufrimiento detrás de esos cachorros monísimos que se vende y ofrecen sobre todo en estas fechas.
Adopta con responsabilidad.
Un “animal” no es un juguete, es un ser vivo con sentimientos y necesidades. Una responsabilidad para muchos años.